Casa con Vigas de Madera Rusticas en el Techo
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La Casa NOAH se encuentra en Valle de Bravo, una pintoresca localidad situada a aproximadamente dos horas al oeste de la Ciudad de México. Este lugar, conocido por su combinación de paisaje montañoso y frondosos bosques, ha ganado popularidad como destino de fin de semana para quienes buscan escapar del bullicio de la gran ciudad y conectarse con la naturaleza. Las calles de Valle de Bravo están adornadas con casas de estilo rústico, techos de teja y paredes blancas, lo que le confiere un encanto particular que atrae a turistas durante todo el año. Su clima es mayormente templado, pero a menudo lluvioso, lo que contribuye a la atmósfera verde y fresca del lugar. Gracias a su proximidad al lago Avándaro y a las montañas circundantes, Valle de Bravo es un paraíso para las actividades al aire libre, como el senderismo, la navegación en el lago y el parapente, lo que lo convierte en un destino preferido para los amantes de la aventura y los deportes.
La Casa NOAH, ubicada en este entorno privilegiado, fue diseñada con una profunda consideración por el paisaje que la rodea. Está construida justo frente al prado del campo de golf de Rancho Avándaro, una ubicación que ofrece vistas abiertas y un ambiente de tranquilidad. La casa está compuesta por dos prismas de distintos tamaños, una solución arquitectónica que no solo responde a las necesidades funcionales de la vivienda, sino que también ayuda a reducir el impacto visual de su tamaño. Este enfoque permite que la construcción se integre de manera más respetuosa con el entorno natural, manteniendo un equilibrio entre la presencia de la casa y la serenidad del paisaje.
Los dos volúmenes que conforman la Casa NOAH se diseñaron estratégicamente para cumplir con diferentes funciones. El prisma más pequeño alberga los espacios comunes de la vivienda, mientras que el más grande se destina a las áreas privadas y de servicio. Esta división en dos cuerpos no solo favorece la privacidad de los ocupantes, sino que también ofrece una solución eficaz para enfrentar el clima de la región. La separación física de los volúmenes y la distribución del programa arquitectónico permiten crear espacios que dialogan entre el interior y el exterior de manera fluida.
En el cuerpo más pequeño se encuentran los espacios sociales: la sala, que está diseñada con una doble altura para aprovechar al máximo la luz natural y ofrecer una sensación de amplitud; el comedor, que conecta directamente con la sala; y un estudio en mezzanine, que se integra como una extensión vertical del área social. Uno de los elementos más destacados de este volumen es la gran terraza cubierta, que se proyecta como una extensión de la sala y se convierte en el espacio más dinámico de la casa. Esta terraza techada es, en muchos sentidos, un espacio intermedio entre el interior y el exterior, una zona donde los límites entre ambos se difuminan. Es un área flexible que puede entenderse tanto como un espacio exterior cubierto o como una sala interior abierta, dependiendo del uso que se le quiera dar. Esta característica permeable de la terraza le otorga una gran versatilidad, ya que se conecta directamente con el jardín y la piscina, lo que la convierte en el lugar ideal para actividades al aire libre o simplemente para disfrutar de las vistas y la frescura del entorno. Además, la terraza se comunica lateralmente con la cocina, que actúa como un espacio de transición entre los dos cuerpos principales de la casa.
El cuerpo longitudinal, que alberga las áreas privadas y de servicio, está diseñado para ofrecer tanto comodidad como funcionalidad. Aquí se encuentran la cocina, las habitaciones, una bodega, el estacionamiento y las áreas de servicio. Este volumen también está rodeado por un pórtico perimetral, un elemento arquitectónico que tiene múltiples propósitos: proporciona sombra, protege los espacios de la planta baja y crea terrazas cubiertas que permiten disfrutar del exterior incluso en días lluviosos. Este pórtico no solo ofrece un refugio contra las inclemencias del clima, sino que también añade una capa adicional de conexión entre los espacios interiores y el entorno natural, permitiendo a los ocupantes disfrutar de la lluvia y las vistas sin salir completamente al exterior.
La elección de materiales para la Casa NOAH fue fundamental para lograr la integración con el paisaje y la armonía con el entorno natural. Los dos cuerpos de la casa están construidos con una combinación de hormigón aparente en el basamento y piedra volcánica en la parte superior. Esta combinación de materiales crea un interesante juego de percepciones al invertir el orden tradicional de estos elementos. En lugar de colocar los materiales más pesados en la base, como suele ser común en muchas construcciones, aquí se decidió hacer el basamento con hormigón liso, sin textura, lo que le confiere una apariencia más ligera y contemporánea. En contraste, la parte superior de la casa está revestida con piedra volcánica, un material pesado y de textura rugosa que aporta un mayor peso visual y una sensación de solidez. Este enfoque no solo juega con la percepción de los materiales, sino que también crea un diálogo interesante entre la ligereza y la pesadez, la suavidad y la rugosidad.
El uso de hormigón aparente en los interiores continúa el concepto de cohesión entre el exterior y el interior de la vivienda. En el interior de la casa, el hormigón se utiliza para crear espacios sobrios y modernos, mientras que la piedra volcánica, que en el exterior tiene un carácter robusto y pesado, se convierte en paneles de madera en el interior. Este cambio de material en el interior de la parte superior de la casa no solo aporta ligereza y calidez a los espacios, sino que también añade una sensación de confort y hospitalidad. La madera, con su textura suave y tonalidades cálidas, contrasta de manera efectiva con la dureza del hormigón, creando un equilibrio perfecto entre lo rústico y lo moderno.
El diseño arquitectónico de la Casa NOAH refleja un enfoque profundo en la sostenibilidad y el respeto por el entorno natural. La estructura está concebida para integrarse de manera orgánica con el paisaje, reduciendo su impacto ambiental y visual. Los amplios ventanales permiten la entrada de luz natural, reduciendo la necesidad de iluminación artificial, mientras que los pórticos y terrazas brindan sombra, lo que ayuda a mantener frescos los interiores sin recurrir al uso excesivo de sistemas de climatización. Esta consideración por el entorno y la eficiencia energética hace de la Casa NOAH un ejemplo de arquitectura contemporánea comprometida con la naturaleza.
En resumen, la Casa NOAH es una vivienda que, a través de su diseño y elección de materiales, logra crear un equilibrio entre modernidad y tradición, entre interior y exterior. Su ubicación en un entorno natural privilegiado, su diseño estratégico y su enfoque en la sostenibilidad la convierten en un refugio ideal para quienes buscan desconectarse del ritmo acelerado de la vida urbana y disfrutar de la tranquilidad y belleza que ofrece Valle de Bravo.