Casa con Techos Rústicos interiores
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Una casa renovada con un cálido estilo rústico y una esencia contemporánea
La luz natural, junto con el uso de materiales orgánicos como la madera y la piedra, han jugado un papel crucial en la creación de esta vivienda de lujo que fusiona un ambiente rústico con una decoración moderna y ecléctica. Cada rincón ha sido cuidadosamente pensado para exudar una sensación de calidez, confort y sofisticación, reflejando un equilibrio perfecto entre tradición y actualidad.
Ubicada en Beverly Hills, esta casa de más de 300 metros cuadrados había pasado por una serie de reformas a lo largo de los años, muchas de ellas desafortunadas. Las intervenciones anteriores habían dejado una mezcla de estilos que carecían de cohesión y personalidad, creando un ambiente caótico y desorganizado. Desde las ventanas pintadas en un verde agua que desentonaba con el entorno, hasta una distribución poco práctica que fragmentaba los espacios, la casa pedía a gritos una transformación integral. La firma de diseño y reformas House of Rolison fue la encargada de este ambicioso proyecto de renovación, con el reto de devolverle la coherencia y el alma que una vez había tenido.
El desafío inicial: dar sentido y fluidez al espacio
Uno de los principales problemas que los diseñadores encontraron fue la desconexión entre los distintos pisos de la casa. Cada planta parecía pertenecer a una vivienda diferente, sin una narrativa clara que unificara los espacios. El flujo entre las áreas era incómodo, con habitaciones mal dispuestas que no permitían aprovechar al máximo la luz natural ni los metros cuadrados disponibles. «Antes de la renovación, la casa se sentía desarticulada, como si no hubiera un concepto central que guiara su diseño. Cada planta estaba desconectada, y la circulación entre las áreas era torpe y poco funcional», explican desde House of Rolison.
El equipo de diseño entendió que el primer paso en la transformación debía ser replantear la distribución de la casa para que los espacios se sintieran más amplios, conectados y, sobre todo, más funcionales para la vida diaria de los propietarios. La planta baja, que albergaba las áreas comunes como la cocina, el comedor y la sala de estar, fue completamente rediseñada. Se eliminaron las paredes innecesarias para crear un concepto abierto que fomentara la interacción entre los espacios, dejando que la luz fluyera de forma natural por toda la casa. Esto no solo mejoró la estética, sino que también contribuyó a una sensación de amplitud y frescura.
Materiales naturales: la clave de la calidez
Una vez solucionada la distribución, el siguiente paso fue seleccionar cuidadosamente los materiales que darían vida a la nueva estética de la casa. House of Rolison quiso recuperar la esencia colonial de la construcción original, infundiendo un estilo rústico que evocara la serenidad del campo, pero con un toque moderno que la hiciera sentir contemporánea. Para lograrlo, optaron por una paleta de materiales naturales, con la madera y la piedra como protagonistas.
La madera se utilizó extensamente en suelos, techos y elementos estructurales, aportando calidez y un carácter orgánico a los espacios. Los tonos neutros y terrosos del roble y el nogal se combinaron con acabados naturales que resaltan la belleza de las vetas y texturas de este material. En algunas áreas, como la cocina, se optó por un acabado envejecido que añade una sensación de historia y permanencia, como si la casa hubiera sido testigo de muchas generaciones, a pesar de su renovación reciente.
La piedra, por su parte, se empleó en elementos clave como las paredes de acento y las chimeneas. Este material, con su aspecto robusto y atemporal, refuerza la sensación de solidez y conexión con la naturaleza. Las paredes de piedra ofrecen un contraste interesante con las superficies más suaves y pulidas del interior, como el mármol utilizado en los baños y la cocina, creando una combinación equilibrada entre lo rústico y lo elegante.
Una paleta de colores que invita al descanso
En cuanto a los colores, los diseñadores optaron por una gama de tonos neutros y naturales que enfatizan la tranquilidad y la calidez. El blanco roto, los grises suaves y los beiges predominan en las paredes, creando un lienzo limpio y sereno que permite que los materiales naturales brillen por sí solos. Estos colores también tienen el beneficio de reflejar la luz de manera uniforme, amplificando la sensación de luminosidad en toda la casa.
Sin embargo, para evitar que el espacio se sintiera monótono, se introdujeron sutiles toques de color a través de los textiles y los detalles decorativos. Los cojines, alfombras y cortinas en tonos tierra, como los ocres y los terracotas, aportan una capa extra de calidez sin romper la armonía de la paleta neutra. De igual manera, se incluyeron acabados metálicos, como el latón en las manillas de puertas, grifería y algunos detalles de iluminación, para añadir un toque de sofisticación sin perder la esencia rústica del conjunto.
Artesanía local y hallazgos vintage: la personalidad en los detalles
Uno de los aspectos más destacados de esta renovación fue la colaboración con artesanos locales, quienes confeccionaron muchas de las piezas de mobiliario y decoración a medida para este proyecto. Desde las mesas de comedor hechas a mano hasta las lámparas de hierro forjado, cada elemento fue diseñado específicamente para integrarse en el espacio, respetando la visión general de la casa. Esta atención al detalle no solo aportó un carácter único a la vivienda, sino que también contribuyó a la sostenibilidad, al reducir la necesidad de importar piezas y apoyar a la comunidad local.
Además de las piezas artesanales, se incorporaron varios elementos vintage y objetos encontrados en mercados de antigüedades de todo el mundo. Uno de los detalles más notables es la puerta de entrada, una pieza importada de Turquía que añade un toque de exotismo y autenticidad al diseño. Este enfoque ecléctico, que mezcla lo antiguo y lo nuevo, lo rústico y lo moderno, genera una sensación de atemporalidad, donde cada objeto tiene su propia historia pero se integra de manera armoniosa en el conjunto.
Un ambiente de equilibrio y coherencia
Aunque la casa cuenta con una mezcla de estilos y elementos decorativos de diferentes épocas y procedencias, el resultado final es sorprendentemente coherente. Cada pieza parece estar en su lugar natural, y la combinación de materiales, texturas y colores crea una sensación de equilibrio que invita a la relajación. El estilo rústico, con su énfasis en la naturaleza y la simplicidad, se fusiona de manera perfecta con los toques contemporáneos, generando un hogar que se siente tanto elegante como acogedor.
Al final, el éxito de la renovación radica en la capacidad de House of Rolison para respetar la esencia de la casa original, mientras la adaptaba a las necesidades y gustos modernos de sus propietarios. Esta casa renovada no solo es un reflejo del buen diseño, sino también de cómo un espacio bien planificado y ejecutado puede transformar la manera en que sus habitantes viven y disfrutan de su hogar.