Una moderna casa de campo que redefine el estilo rústico con madera y diseño sofisticado

En el corazón del bosque de Chiberta, una idílica zona natural cerca de Bayona, Francia, se alza una vivienda que ha sido transformada en un refugio vacacional acogedor y sofisticado. Rodeada de árboles y a pocos minutos de la playa, esta casa representa un equilibrio perfecto entre modernidad, estilo rústico y conexión con la naturaleza. Lo que antes era una construcción moderna de mampostería blanca ha renacido bajo la visión del Atelier Delphine Carrère, que ha logrado integrarla plenamente en su entorno y convertirla en un espacio donde la madera se erige como el material protagonista.

La transformación de esta vivienda tuvo un objetivo claro: ofrecer a sus propietarios un lugar de descanso donde pudieran sentirse parte del bosque, en un ambiente sereno, natural y tranquilo. Para ello, el equipo de diseño llevó a cabo una reforma integral que combina elementos rústicos y contemporáneos, logrando una estética que rebosa elegancia y sofisticación. La madera, en tonos oscuros, se utiliza ampliamente tanto en el exterior como en el interior, creando una atmósfera cálida y acogedora que contrasta de manera armoniosa con otros materiales como paneles cerámicos negros y chapas lacadas.

Integración con el entorno natural

Uno de los principales retos del proyecto fue garantizar que la casa se integrara de manera orgánica en el paisaje que la rodea. La selección de materiales y la paleta de colores estuvieron inspiradas directamente en la naturaleza circundante. Los exteriores, recubiertos de madera oscura, dialogan con los tonos del bosque, mientras que los paneles cerámicos negros y las chapas lacadas aportan un toque contemporáneo que realza el diseño general. La puerta principal, ubicada entre la casa y la calle, se convierte en un elemento de transición que invita a descubrir progresivamente los espacios interiores y exteriores.

La distribución original de la vivienda también fue completamente modificada para adaptarla a las necesidades de los nuevos propietarios. La reforma incluyó la construcción de un anexo que funciona como garaje y cumple una doble función: actuar como pantalla visual entre la calle y la casa principal, y crear un acceso que revela poco a poco la belleza de la vivienda. Este diseño gradual no solo preserva la intimidad, sino que también genera una experiencia sensorial al recorrer el camino hacia la entrada principal.

Una piscina que invita al descanso

Como parte de la transformación, se diseñó una nueva zona de piscina que se integra perfectamente con el entorno. Este espacio no solo ofrece un lugar para el ocio y el descanso, sino que también refuerza la conexión entre la casa y la naturaleza. La piscina está rodeada de un paisaje cuidadosamente diseñado, que combina vegetación local con elementos gráficos. Este enfoque paisajístico no solo resulta visualmente atractivo, sino que también minimiza el mantenimiento necesario, alineándose con la filosofía de vivir en armonía con el entorno natural.

El paisaje desempeña un papel fundamental en este proyecto, no solo como un elemento externo, sino también como una extensión del diseño interior. Grandes cerramientos de cristal permiten que la naturaleza sea una presencia constante dentro de la vivienda, difuminando los límites entre el interior y el exterior. Este diálogo continuo con el paisaje refuerza la sensación de calma y equilibrio que buscaban los propietarios.

Interiores inspirados en la naturaleza

El diseño interior refleja el mismo compromiso con la integración natural que los exteriores. Los colores y materiales seleccionados evocan los tonos y texturas del entorno. Los espacios están decorados con una paleta cromática basada en la naturaleza, que incluye tonos tierra, verdes suaves y grises pétreos. La madera, presente en techos, paredes y muebles, aporta una calidez que contrasta con los elementos contemporáneos como el vidrio y el metal.

Muchos de los muebles fueron diseñados y fabricados exclusivamente para esta vivienda por el Atelier Delphine Carrère, lo que garantiza una coherencia estética en cada rincón. Desde mesas y estanterías hasta detalles más pequeños como los tiradores de las puertas, cada elemento está pensado para complementar la arquitectura y el entorno natural. “Desde la gran arquitectura hasta los detalles más pequeños, cada aspecto de este proyecto rezuma sofisticación y elegancia”, explican los responsables del estudio.

Una experiencia multisensorial

La casa no solo destaca por su estética, sino también por la experiencia sensorial que ofrece. Los materiales naturales, como la madera y la piedra, aportan texturas agradables al tacto, mientras que la iluminación diseñada estratégicamente resalta las formas y volúmenes, creando juegos de luces y sombras que cambian a lo largo del día. Las vistas al bosque desde cada estancia permiten disfrutar de la belleza del entorno en todo momento, aportando una sensación de paz y tranquilidad.

La atención al detalle también se extiende a los aspectos funcionales de la vivienda. Los espacios han sido diseñados para ser cómodos y prácticos, adaptándose perfectamente al estilo de vida de los propietarios. La cocina, por ejemplo, combina tecnología moderna con materiales tradicionales, creando un espacio funcional y acogedor que invita a cocinar y compartir momentos en familia.

Sostenibilidad como prioridad

Otro aspecto destacado de este proyecto es su compromiso con la sostenibilidad. La selección de materiales locales y de bajo impacto ambiental fue una prioridad desde el inicio. Además, se implementaron soluciones energéticas eficientes, como sistemas de aislamiento térmico y ventanas de doble acristalamiento, que ayudan a reducir el consumo de energía y mantienen un ambiente confortable durante todo el año. El diseño paisajístico también contribuye a la sostenibilidad al utilizar especies vegetales autóctonas que requieren menos agua y mantenimiento.

Un hogar para desconectar y reconectar

En síntesis, esta casa de campo moderna es mucho más que una simple vivienda; es un espacio pensado para desconectar del estrés diario y reconectar con la naturaleza. Su diseño cuidadoso y su integración con el entorno la convierten en un refugio ideal para quienes buscan tranquilidad y armonía. El Atelier Delphine Carrère ha logrado crear un equilibrio perfecto entre estilo, funcionalidad y sostenibilidad, ofreciendo a los propietarios un hogar que celebra la belleza del bosque de Chiberta.

Cada detalle, desde la selección de materiales hasta la distribución de los espacios, refleja una visión clara y coherente. Esta casa no solo es un ejemplo de diseño arquitectónico excepcional, sino también una muestra de cómo la arquitectura puede adaptarse y respetar el entorno natural, ofreciendo al mismo tiempo comodidad y elegancia. Es un lugar donde el lujo se encuentra con la sencillez, y donde cada rincón invita a disfrutar de la vida en armonía con la naturaleza.