Paredes con Paneles de Madera

Que podrías conseguir utilizando Panel Sandwich

paneles de madera baratos

Desde las bulliciosas calles de Nueva York hasta los apacibles paisajes del Alentejo portugués, se erige la espectacular residencia de Eddie Roschi, uno de los cofundadores de Le Labo. Diseñada en consonancia con su entorno por Flores Textile Studio, esta casa no solo representa un lugar de residencia, sino que encapsula la filosofía de vida y negocio de Roschi, llevando adelante la esencia de su marca de cosmética en cada rincón de su hogar.

El año 2006 marcó un hito en la industria del perfume con la apertura de Le Labo, una boutique innovadora en la Gran Manzana. Detrás de esta empresa visionaria estaban Fabrice Penot y Eddie Roschi, dos ejecutivos con una visión audaz de crear una «marca de fragancias con alma». Le Labo, una marca que se declara sin género y libre de crueldad animal, defiende una visión humanitaria del lujo, priorizando la artesanía y la conexión con la naturaleza. Esta misma filosofía se refleja en la vida de Eddie Roschi, y se materializa en la construcción de su hogar familiar en el pintoresco Alentejo portugués.

Situada en una finca a la que se accede tras diez minutos de recorrido por una pista de tierra, la casa diseñada por el arquitecto Gonçalo Bonniz se presenta como un edificio de estilo racionalista, utilizando materiales como hormigón, madera y cristal. La residencia se integra armónicamente con el entorno natural, donde Eddie está llevando a cabo un proyecto de permacultura. Desde una perspectiva aérea, el edificio se asemeja a un bumerán, con las zonas comunes ubicadas en el centro y los dormitorios en las alas laterales. Esta distribución permite una conexión fluida entre el interior y el exterior, enfatizando la armonía con el entorno.

El proyecto de interiorismo, a cargo de Flores Textile Studio, se inspira en el paisaje y la naturaleza circundante. Valentina Pilia, encargada del proyecto, explica que la idea era crear un ambiente acogedor y cálido, con influencias monacales y japonesas sutiles. Se seleccionaron cuidadosamente piezas de diseño local y artesanías portuguesas para reflejar la esencia del lugar, eliminando lo superfluo y destacando la sustancia y la esencia. El resultado es un espacio minimalista y refinado, que evoca la misma atención al detalle y la artesanía que se encuentra en las fragancias icónicas de Le Labo.

Desde los materiales utilizados hasta la disposición de los espacios, la casa de Eddie Roschi en el Alentejo portugués es un reflejo de su compromiso con la calidad, la autenticidad y la conexión con la naturaleza. Es un santuario de calma y serenidad, donde la belleza y la funcionalidad se unen en perfecta armonía, siguiendo la filosofía de Le Labo de crear experiencias sensoriales profundamente significativas.

Cada elemento de esta residencia, desde las vigas de madera hasta los suelos de microcemento, ha sido seleccionado cuidadosamente para crear un ambiente que refleje la visión de Roschi de un refugio en armonía con la naturaleza. El diseño interior y exterior de la casa se fusiona de manera fluida, con los materiales del exterior continuando en el interior para crear una sensación de unidad estética y respeto por el entorno.

«Inspirándose en el paisaje, la idea desde un principio fue crear un lugar de reunión, responsable y decididamente volcado hacia la naturaleza”, explica Valentina Pilia, de Flores Textile Studio. «Eddie quería sentirse muy cómodo, en un entorno acogedor y cálido. Buscaba un ambiente monacal, con influencias japonesas, pero muy sutiles”, añade. De ahí que se incluyeran también piezas de diseño local hechas por Made In Situ by Noé Duchaufour-Lawrance o Studio Mumbai, junto a otras compradas en galerías locales.

El desafío fue utilizar materiales y artesanías de Portugal, pero con un estilo delicado y minimalista: eliminar lo superfluo para volver a la esencia, refinando la forma para favorecer la sustancia. Lo mismo que hace un experto perfumista cuando elabora una fragancia de culto.

La casa de Eddie Roschi en el Alentejo portugués es mucho más que una residencia: es un testimonio de su compromiso con la calidad, la autenticidad y la conexión con la naturaleza. Es un refugio donde cada detalle ha sido cuidadosamente considerado para crear un ambiente de serenidad y armonía, en línea con la filosofía de Le Labo de crear experiencias sensoriales profundamente significativas y conscientes.